El mantenimiento de una fábrica es fundamental para sacar el máximo rendimiento. Los equipos deben trabajar al unísono, como un solo ente. Una avería en parte del proceso puede detenerlo por completo, provocando pérdidas que pueden ser muy costosas.
El mantenimiento correctivo se encarga de reparar averías o fallos del sistema imprevistos. No se puede planificar y suele ocurrir mientras se está trabajando, por lo que supone una parada de producción súbita.
El mantenimiento preventivo consiste en realizar inspecciones periódicas para detectar y solucionar problemas antes de que aparezcan. Se programan con antelación, y pueden hacerse con la fábrica parada, aprovechando periodos vacacionales.
El mantenimiento predictivo garantiza la seguridad y la estabilidad de todo el sistema. Para conseguirlo, se monitorizan en tiempo real todos los dispositivos utilizados, se recopilan los datos y se analizan. Con esta información se pueden solucionar incidencias que aún no se han producido, consiguiendo el máximo rendimiento de los equipos, y por tanto la máxima eficiencia.
Para cualquier empresa es fundamentar contar con un partner tecnológico que garantice el funcionamiento de sus equipos y sistemas. En AMB electrónica ofrecemos los tres tipos de mantenimiento, consúltenos sin compromiso.
